¿Qué son los Activos Corrientes?
Los activos se clasifican en corrientes y no corrientes. Los primeros son los aquellos que si no integran las disponibilidades se convertirán en dinero en el transcurso de los próximos doce meses, contados a partir de la fecha de la medición contable.
Ejemplos de activos corrientes: efectivo en caja, saldos de dinero en cuentas bancarias y comitentes, inversiones transitorias, derechos a cobrar a clientes y mercancías que se esperan vender durante el año.